Cuando pensamos en una ensalada de verano, lo primero que suele venir a la mente son ingredientes clásicos como el aguacate, el arroz o incluso la pasta. Sin embargo, en Cataluña hay una receta que está conquistando mesas familiares, terrazas de restaurantes y reuniones entre amigos gracias a un ingrediente que nadie se espera: el higo.

Sí, el higo, esa fruta de temporada con un dulzor característico y una textura suave, es el protagonista indiscutible de una de las ensaladas más comentadas de este final de verano. Su combinación con productos frescos y de calidad lo convierte en la clave de un plato que sorprende y enamora al mismo tiempo. Y aunque pueda parecer un ingrediente poco habitual en ensaladas, su integración junto con mozzarella fresca y lonchas de jamón ibérico eleva la experiencia a un nivel gastronómico irresistible.

La receta que está triunfando es sencilla pero sofisticada: ensalada de higos, mozzarella y jamón ibérico. Una mezcla que resume a la perfección el espíritu de la cocina mediterránea: equilibrada, colorida y, sobre todo, cargada de sabor. El secreto está en la armonía entre el dulzor del higo maduro, la cremosidad neutra de la mozzarella y el toque salado e intenso del jamón ibérico, creando una combinación de contrastes que funciona a la perfección.

La preparación es muy fácil, pero requiere atención a los detalles. Para empezar, lo ideal es contar con higos bien maduros, de esos que se encuentran en los mercados locales durante los meses de agosto y septiembre. Se cortan en cuartos o mitades, según el tamaño, para que luzcan en el plato y conserven su jugosidad. A continuación, se colocan bolas de mozzarella fresca, que aportan la suavidad necesaria para equilibrar los sabores. Y como toque final, finas lonchas de jamón ibérico, preferiblemente cortadas a mano, que aportan ese aroma inconfundible que solo este producto puede ofrecer.

El aliño es otra parte fundamental. Aunque se puede optar por un clásico aceite de oliva virgen extra con unas gotas de vinagre balsámico, muchos chefs y aficionados recomiendan añadir también un toque de miel o incluso unas hojas frescas de albahaca para potenciar el frescor y complementar el dulzor de los higos. El resultado es un plato que no solo es sabroso, sino también muy visual, ideal para sorprender en cualquier reunión.

Lo interesante de esta ensalada es que se adapta a diferentes contextos. Puede servirse como entrante ligero en una comida familiar de domingo, como plato principal en una cena veraniega en la terraza o incluso como una opción rápida pero elegante para llevar al trabajo. Su versatilidad y el hecho de que aprovecha un producto de temporada la han convertido en una auténtica tendencia culinaria.

En Cataluña, donde la tradición de mercados locales y la cercanía con el producto fresco siguen marcando el ritmo de la cocina diaria, esta ensalada ha encontrado el escenario perfecto para triunfar. Los higos de la región, conocidos por su calidad, hacen que cada bocado tenga un sabor auténtico que refleja lo mejor de la tierra y la temporada.

Esta combinación inesperada demuestra que, en ocasiones, lo más simple puede convertirse en lo más especial. La ensalada de higos, mozzarella y jamón ibérico es, sin duda, la receta del momento, y una forma deliciosa de saborear el final del verano con todo el frescor y la riqueza de la gastronomía mediterránea.

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