El proyecto de reforma del entorno del Santiago Bernabéu, impulsado por el alcalde José Luis Martínez-Almeida y financiado por el Real Madrid, sigue generando polémica en la capital española. Mientras el club blanco destaca la modernización y la mejora de las instalaciones, el grupo político Más Madrid ha salido al paso para criticar la iniciativa, calificándola como un ejemplo de “ciudad a medida para los poderosos”.
José Luis Nieto, concejal de Más Madrid, ha sido especialmente contundente en sus declaraciones. Según Nieto, la propuesta no solo prioriza los intereses de un club privado sobre el espacio público, sino que consolida una “privatización encubierta” de zonas que deberían estar abiertas a todos los ciudadanos. Para el edil, el plan del Ayuntamiento y del Real Madrid representa una continuación de la tendencia que viene marcando la gestión de la ciudad en los últimos años, en la que los proyectos urbanísticos tienden a beneficiar a sectores privados con capacidad económica, dejando en un segundo plano el bienestar de la población.
El proyecto en cuestión incluye la construcción de zonas comerciales, hoteles y oficinas alrededor del estadio, además de la mejora de accesos y espacios verdes. Aunque el Ayuntamiento asegura que estas reformas generarán empleo y dinamizarán la economía local, Más Madrid cuestiona tanto la proporcionalidad de los beneficios como el impacto en la vida cotidiana de los vecinos. “No se trata solo de modernizar un estadio, sino de transformar un área de Madrid en un espacio con acceso restringido y precios inaccesibles para la mayoría”, señala Nieto.
La polémica también se centra en la financiación. El acuerdo prevé que el Real Madrid asuma gran parte del coste del proyecto, algo que, según Más Madrid, abre un debate sobre la influencia de los grandes actores privados en las decisiones urbanísticas de la capital. El partido insiste en que este tipo de acuerdos puede marcar un precedente preocupante: que los espacios públicos se diseñen bajo criterios de rentabilidad privada más que de interés ciudadano.
Además, la formación política advierte de posibles consecuencias a largo plazo. La construcción de hoteles y locales comerciales podría cambiar de manera irreversible la dinámica de la zona, aumentando la presión sobre servicios y transporte, y encareciendo la vida para los vecinos. La percepción de que la ciudad se transforma en un escenario pensado para el disfrute de unos pocos contribuye a alimentar la desconfianza hacia este tipo de iniciativas.
El debate sobre el Bernabéu refleja una tensión más amplia en Madrid entre proyectos urbanísticos financiados o impulsados por grandes actores privados y la necesidad de preservar el acceso público y la calidad de vida de los residentes. Más Madrid asegura que seguirá fiscalizando el desarrollo del proyecto y promoviendo alternativas que prioricen a la ciudadanía frente a los intereses corporativos.
En este contexto, la polémica sobre el Bernabéu no parece terminar pronto. Mientras el club y el Ayuntamiento defienden el plan como una oportunidad para modernizar una zona emblemática de la ciudad, Más Madrid advierte de que la reforma puede convertirse en un símbolo de la ciudad para unos pocos, dejando al resto de madrileños al margen del proceso de urbanización y transformación de su propio entorno.

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